Teoría del apego, la razón por la que no has encontrado a tu media naranja
Si no has podido encontrar a tu pareja perfecta, quizá la has estado buscando de la forma equivocada; pero la teoría del apego te puede ayudar a resolver eso.
¿Quién es tu mejor amigo: el que te abraza y siempre está de acuerdo contigo o aquél que siempre está en tu contra pero a pesar de todo permanece a tu lado?
De acuerdo con la teoría psicológica del apego, aunque no hay respuesta 100 % correcta para esta pregunta, lo más aceptable es que la segunda opción sea la más votada. La razón se encuentra en la idea popular de que los polos opuestos se atraen entre sí, misma que aunque a menudo puede ser considerada una ridiculez, es más cierta de lo que pensamos.
Esta forma de apego aparece principalmente en la infancia cuando los niños comienzan a establecer lazos afectivos con uno de sus padres específicamente. La relación y el afecto se manifiestan a través de sentimientos que complementan el comportamiento de los cuidadores; es decir que para que una persona desarrolle sentimientos positivos hacia cualquier persona, estos no tienen que ser similares a los del otro; sino que es preferible que sean, por decirlo de alguna manera, contrarios.
A la hora de buscar una pareja, el afecto ocurre más o menos de la misma manera, pues una persona no se enfoca precisamente en que sus ideas y pensamientos congenien, sino en qué tan amados y comprendidos nos sentimos la estar a lado de una persona. Todo esto se puede describir a partir de los estudios que la psicóloga Mary Ainsworth, quien durante los sesenta dividió el afecto en tres posibilidades diferentes: apego seguro, apego inseguro-evitativo y apego inseguro-ambivalente. Posteriormente en la década de los ochenta fue agregado un cuarto tipo: el apego desorganizado.
Por lo menos el 50 % de la población mundial ha desarrollado apego seguro, lo cual quiere decir que la persona con la que se siente identificada no es precisamente su igual; sino todo lo contrario. Estas personas no buscan espejos, sino que quieren encontrar a alguien con quien puedan debatir y discutir diferentes puntos de vista; es decir, alguien que los nutra no sólo en lo físico sino también en lo espiritual y afectivo.
Siguiendo el esquema, las personas que se son mucho más cerradas socialmente o simplemente desean mantener su distancia de la del resto de la gente son más propensas a permanecer cerca de alguien extrovertido; pues aunque estas personas se caracterizan por ser amigables y crean lazos afectivos en poco tiempo, no necesitan de alguien que esté a su lado todo el tiempo, pues ellos saben hacerse cargo de sus sentimientos por sí mismos y esta especie de distancia definitivamente le va muy bien a los introvertidos.
Quizá con esto ya tengas una respuesta más clara para la pregunta del inicio y no sólo eso, sino que probablemente ahora tendrás un mejor panorama para que puedas encontrar al amor de tu vida y dejes de pensar que no has encontrado pareja porque simplemente no hay nadie que pueda fijarse en ti tal y como eres. Siempre hay alguien allí afuera.